Julio y Agosto, una caricia al alma.
- Andrés Piris
- 8 nov 2018
- 2 Min. de lectura
Una verdadera joya escondida para muchos. Nacida allá por el 2007 esta banda ha llevado su arte a toda la Argentina, haciendo varias giras por el interior e incluso una gira por Europa que incluyó Francia, Alemania, España, Italia, Holanda, entre otros.

Un estilo único que combina lo mejor de la música rioplatense, de milongas y candombes, armonías y movimientos jazzeros, bajo un umbral folk sin igual.
El grupo está integrado por Santiago Adano (voz y guitarra) Leandro Aspis (trombón, voz, sintetizador y coros) Miguel Canevari (voz y guitarra) Luciana Cúneo (violín, mandolina y coros) Manuel Katz (violín y coros) Juan López Peña (batería y coros) Marcelo Canevari (bajo y coros).
La atmósfera acústica, con dulces arreglos de cuerdas y vientos hacen que la base se asemeje a una pequeña orquesta que acompaña perfectamente las voces que, al mejor estilo The Beatles, arman hermosas armonías corales.
La música de Julio y Agosto forma parte de un universo artístico mucho mayor que distingue a esta banda de las demás.
La parte visual es destacable, las portadas de sus discos y los afiches de difusión de sus presentaciones en vivo no pasan desapercibidos. Un verdadero mundo gráfico que alimenta la esencia del grupo.

Las letras suman otra estrellita a la distinción de esta banda. Un humor particular para elaborar poesías ingeniosas. Pueden narrar la historia de algún desopilante personaje o escribirle una canción a cosas de la vida cotidiana. Inclusive el análisis de algunos versos nos pueden dejar pensando en algún contenido más denso que se encuentra oculto.
La música, el humor y la estética confluyen en un solo sentido y se ven plasmadas en las presentaciones en vivo de la banda. Los escenarios de Julio y Agosto destacan de los demás y la banda acompaña disfrazándose en base al concepto. Desde cajas pintadas hasta fantasmas en el escenario, una cosa de otro mundo.
Cuentan hasta el momento con cuatro discos de larga duración: Julio&Agosto (2011), El ritmo de las cosas (2013), Canciones del desastre (2014) y La niebla y la autopista (2016). Además este 2018 salieron dos EP que no son más que capítulos de una misma narrativa: Los accidentes y El movimiento.
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